La engañaron mediante una seña para un departamento
Una joven que necesitaba alquilar recurrió a un sitio web que promocionaba inmuebles disponibles. El monto de la locación era sumamente accesible por la ubicación y los servicios y accedió a reservarlo mediante una transferencia, al tiempo que pactó una visita a la unidad que nunca se concretó.
La necesidad de mudarse y disfrutar del espacio propio siempre motiva a buscar salidas. Eso hizo Laura, quien esta semana ingresó a un sitio web a ver los departamentos ofrecidos para alquilar y cayó en un engaño que le causó la pérdida de una seña, aunque pudo tener consecuencias más perjudiciales para ella.
La joven ingresó a través de Marketplace al espacio en el que se ofrecen inmuebles en alquiler y se contactó, a través de Messenger, con una mujer que se identificó como “Vanesa”, dueña de una propiedad, para averiguar acerca de un departamento que le interesaba.
Se trataba de una unidad amueblada, de un dormitorio, con espacio en la cochera para guardar su moto (según le aseguraba la locadora), en un edificio de calle Presidente Roca 364.
Por el inmueble, la mujer, quien además aseguraba ser la “dueña directa” le pedía $36.000 de alquiler y $3.500 de expensas. Mientras que, para acceder a la firma del contrato, sólo le exigía su DNI y constancia de CUIL.
La oferta le sonó extraña a Laura, quien sintió que era demasiado buena para ser cierta, teniendo en cuenta los valores actuales que se manejan en el mercado inmobiliario, por departamentos con esas características, los cuales rondan aproximadamente el doble del dinero que le pedían. Estaba en una disyuntiva, porque al mismo tiempo, el departamento le gustaba mucho.
Pero como suele pasar en estos casos, “Vanesa” empezó a apurarla y a decirle que había otras personas interesadas y que, para verlo, tenían que coordinar una cita porque había un listado de personas antes que ella.
Todo sucedió muy rápido. La charla siguió por WhatsApp. Laura le dijo que ella ya había decidido alquilarlo porque le gustaba mucho y que haría la transferencia de $2.400 de la reserva/seña cuanto antes, así podía acceder a visitarlo y cerrar la firma del contrato. Ante esto, Vanesa le respondió que ese día era imposible porque tenía todos los horarios de visita ocupados. Que tendría que ser al día siguiente y que la esperaría con la escribana en la puerta del edificio para ingresar juntas y cerrar el acuerdo.
Las dudas de Laura empezaron a crecer cuando al realizar la transferencia, comprobó que el mismo no correspondía a ninguna persona llamada “Vanesa”, sino a Malena Mendoza, CUIT 27460392573.
Y la preocupación aumentó cuando comenzó a observar que el perfil de la mujer identificada como Vanesa, cambiaba con el transcurso de las horas, y utilizaba fotos de personas muy distintas entre sí.
Entonces, decidió concurrir a la cita del día siguiente en el edificio, acompañada de su hermano mayor, sobre todo porque si había conformidad, habían quedado en firmar en ese mismo momento el contrato y pagar el primer mes de alquiler. Para ese trámite, Laura quería estar segura y decidió no ir sola.
Llegado el momento, a la hora pactada, Laura se presentó en el edificio, acompañada de su hermano, y desde allí envió un mensaje de WhatsApp a “Vanesa” en el que le avisaba que ya estaba en el lugar. Su mensaje fue leído y no respondido, e inmediatamente, Laura fue bloqueada por su interlocutora a la que nunca llegó a conocer en persona.
El objetivo de Laura al hacer pública su experiencia, además de efectuar la correspondiente denuncia policial, es el de evitar que alguien más se vea perjudicado por esta u otras personas que utilicen el mismo mecanismo, aprovechándose de la necesidad de vivienda y de la buena fe de quienes necesitan alquilar.
Sólo perdió los $2.400 de la reserva, pero quedó flotando la duda de qué habría pasado si Laura hubiese concurrido sola, a la puerta del edificio, con el dinero del primer mes de alquiler en su mochila.
Fuente: Rosario3
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