¿En qué países hay más mujeres emprendedoras?
En las economías emergentes, el espíritu emprendedor se está tornando cada vez más común en la población femenina.
De acuerdo a un estudio realizado en 49 naciones por la Global Entrepreneurship Research Association, América Latina es la región con la más alta proporción de mujeres que se animan a emprender su propio negocio.
Por ejemplo, casi tres de cada diez ciudadanas guatemaltecas de entre 18 y 64 años se encuentran en la etapa inicial de establecer su propia empresa, es decir, en los primeros 3,5 años de vida de su negocio. Esta proporción asciende a más del 26% en el caso de Colombia y al 25% en Chile.
De Centroamérica destacan dos países, Guatemala en primera posición con 28.2%, mientras que Panamá en quinto lugar con 24.6%.
A la vez, la citada investigación demuestra que otros Estados con economías más desarrolladas como Japón, España y Alemania cuentan con tasas muy bajas de mujeres emprendedoras, todos ellos con proporciones inferiores al 10%.
Esta parece ser la regla y no la excepción. Las economías más avanzadas suelen registrar tasas más bajas de iniciativa empresarial femenina debido a la presencia de una mayor cantidad de opciones de trabajo y a niveles más altos de competitividad entre las empresas, factores que pueden hacer menos atractivo el proyecto de fundar una compañía propia.
A nivel mundial, las mujeres representan aproximadamente uno de cada tres emprendedores de alto crecimiento y uno de cada tres emprendedores de innovación centrados en los mercados nacionales e internacionales.
DESAFÍOS A LOS QUE SE ENFRENTAN LAS MUJERES EMPRENDEDORAS DE LA REGIÓN
Las mujeres emprendedoras de América Latina se enfrentan a una serie de retos que dificultan su éxito. Muchos de estos retos tienen su origen en la cultura patriarcal de la región, que a menudo limita las oportunidades disponibles para las mujeres.
Por ejemplo, las mujeres pueden verse impedidas de acceder a los mismos recursos y redes de apoyo a los que tienen acceso los hombres, como préstamos y capital riesgo. Además, a menudo se espera de las mujeres latinoamericanas que asuman responsabilidades adicionales en el hogar, como el cuidado de los niños y las tareas domésticas, lo que puede limitar su capacidad para invertir tiempo y energía en el desarrollo de un negocio.
Otro reto al que se enfrentan las mujeres emprendedoras es la falta de acceso a la tecnología y a los recursos digitales. En muchas partes de América Latina, el acceso a la tecnología es limitado, lo que puede dificultar a las empresarias la conexión con otras mujeres emprendedoras y clientes, así como el acceso a la información y las tendencias más recientes. Además, muchas emprendedoras carecen de los conocimientos técnicos necesarios para utilizar eficazmente la tecnología, lo que puede obstaculizar aún más su capacidad para alcanzar el éxito.
Por último, las mujeres emprendedoras de América Latina se enfrentan a menudo a la discriminación y la violencia de género. Esto puede crear un entorno de miedo e inseguridad, que puede dificultar que las mujeres asuman riesgos y persigan sus ambiciones empresariales.
LAS MUJERES GANAN CONFIANZA Y VALOR PARA CONVERTIRSE EN EMPRENDEDORAS DE ÉXITO
A medida que las mujeres emprendedoras acceden a la educación, las oportunidades económicas y los recursos, adquieren más confianza y valor para perseguir sus ambiciones empresariales. Esto está dando lugar a una nueva oleada de empresarias de éxito en América Latina, que están dando ejemplo a las generaciones venideras.
Estas mujeres están allanando el camino para un nuevo amanecer del espíritu empresarial en la región, ya que están impulsando el crecimiento económico y creando puestos de trabajo. También están creando productos y servicios innovadores que están teniendo un impacto positivo en las vidas de las personas de la región.
Además, inspiran a otras mujeres a convertirse en empresarias, por el hecho de que sus historias y éxitos constituyen una fuente de motivación y aliento. Esto está conduciendo a una mayor participación en el mundo empresarial, puesto que cada vez más mujeres toman la iniciativa y persiguen sus ambiciones empresariales.
Las mujeres emprendedoras de América Latina están liderando un nuevo amanecer del espíritu empresarial en la región, ya que están tomando la iniciativa e impulsando el crecimiento económico y la creación de empleo.
Como resultado, cada vez más mujeres toman la iniciativa y se convierten en mujeres emprendedoras de éxito, lo que repercute positivamente en el desarrollo económico y social de la región.
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