Una suba en las escrituras alienta al mercado inmobiliario
El incremento de 6 % en febrero renueva la esperanza de reactivar un sector paralizado por la pandemia.
Con el paso del tiempo las cosas parecen encontrar rumbo. Una pequeña recuperación del mercado de departamentos usados comenzó a trasladarse a las estadísticas y los números alientan un crecimiento en el mercado inmobiliario. Es que, la cantidad de escrituras firmadas en febrero en la Ciudad de Buenos Aires subieron 5,8% respecto del año pasado.
Después de tener 29 meses consecutivos con caída interanual, se observa que en el último cuatrimestre hubo 3 subas respecto al mismo mes del año anterior, sostiene la entidad en un comunicado. En los dos primeros meses del año la suba acumulada llega al 11,1%.En total se cerraron 1.499 operaciones de compra-venta, según datos del Colegio de Escribanos porteño.
En cuanto al monto total de las transacciones realizadas creció un 40,8%, con $ 13.736 millones, también respecto a 2020.
Pero en la comparación contra enero, los números volvieron al rojo. Las escrituras bajaron 7,4% en cantidad y 9% en pesos. Sin embargo, febrero suele ser un mes con menos movimiento que enero: en 23 años de la serie histórica, es la 16° vez que en febrero se hacen menos operaciones que en enero.
El monto medio de los actos fue de $ 9.163.508 (97.494 dólares de acuerdo al tipo de cambio oficial promedio): creció 33,9% en un año en pesos, mientras que en moneda estadounidense bajó 9,9%.
Carlos Allende, presidente del Colegio, dijo: “Si tenemos un dato levemente alentador es que en los últimos 4 meses hubo 3 recuperaciones interanuales. Pero el otro dato es que ni aun creciendo a un 100% estaríamos al nivel de un año medianamente normal”.
La incipiente reactivación del mercado en los últimos meses aún es muy austera pero plantea un panorama algo más alentador para el 2021. Las inmobiliarias dicen que la aguja comenzó a moverse especialmente por la demanda de departamentos usados.
Según la mirada de los operadores inmobiliarios, el repunte se debe a una demanda contraída y a la calma del dólar, que da mayor previsibilidad.
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