Las ciudades fantasmas de China
El país asiático cuenta con un 20 % del parque inmobiliario sin ocupar, lo que genera una gran incertidumbre para la segunda economía mundial.
En muchos países del mundo existen las llamadas “ciudades fantasmas”, pero ninguna se asemeja al parque inmobiliario abandonado de Chica.
Las denominadas ciudades fantasmas de China representan un 20 % de ese parque inmobiliario que, en la actualidad están vacíos.
Según un estudio estadounidense, muchas de esas propiedades pertenecen a compradores que ya poseen propiedades. Pero no hacen uso de los inmuebles chinos.Además, se comprobó que la especulación inmobiliaria ha espantado a millones de personas del mercado de la vivienda.
En el mundo existen 10 grandes ciudades con el precio más alto de viviendas residenciales. China tiene 7 de esas grandes metrópolis. Esto se da en función del ratio entre el precio del inmueble y el salario medio.
Básicamente, eso manifiesta una disposición y una capacidad limitadas de los individuos para ingresar en el mercado inmobiliario. Así es como el precio de la vivienda está marcado por la demanda de los inversionistas.
El porcentaje de primeros compradores cayó de un 48% en el tercer trimestre de 2013 a un 20% en el mismo periodo un año después. Los inversores chinos han encontrado en el mercado inmobiliario una alternativa segura para su dinero en relación al mercado bursátil.
Además, muchas familias invierten en propiedades para ayudar a sus hijos, pues son clave en las negociaciones matrimoniales.
Si bien los legisladores nipones intentaron frenar esta tendencia, el mismo fue en vano. El propio presidente, Xi Jinping, dijo: “Las viviendas son para vivir en ellas, no para especular”.
Los legisladores presentaron una propuesta de impuesto a la propiedad como una de las prioridades para los próximos cinco años.
Se estima que alrededor de una quinta parte del PIB de China está ligado al mercado inmobiliario y los temores ante los cambios pueden desembocar en una crisis.
Un estudio mostró que más del 20% de los consumidores urbanos que poseen al menos una propiedad sin ocupar la venderían si se aprueba un impuesto.
La prisa por vender podría provocar que los precios caigan demasiado rápido.
SEGUINOS EN NUESTRAS REDES
