Consejos para ser agente inmobiliario
Te invitamos a conocer los tips y consejos básicos para ser el mejor profesional inmobiliario de tu zona. ¡Animate a ponerlos en práctica!
El sector inmobiliario es un mercado cada vez más competitivo. Y es por ello que el marketing se presenta como la estrategia básica para que una agencia o profesional inmobiliario consiga destacarse entre los de su entorno más inmediato.
Si bien una buena web y redes sociales actualizadas todo el tiempo es una excelente forma de hacerse conocer, no cabe duda de que primero hay que conocer el contexto. ¿De qué sirve tener muchos seguidores en twitter si no nos conocen los vecinos del barrio?
Entonces, es importante sentarse a pensar cómo marcar tendencia, ser diferente y perfeccionar la tarea de ser agente inmobiliario. Aquí te contamos algunos tips o consejos que te permitirán potenciar tu carrera. ¡Aprovechalos!
Diferenciarse de la competencia
Para ser el mejor profesional inmobiliario de la zona es imprescindible conocer bien a la competencia e identificar las características que hacen única a una agencia.
La diferenciación es el arma principal del posicionamiento en un área determinada. ¿Cómo hacerlo?
- Mostrar qué hacemos de manera distinta a los demás.
- Decidir cómo llegar al público objetivo.
- Vincularse con la tecnología como ofrecer servicios de home staging o fotografía y vídeo profesional.
- Estar especializado en un tipo concreto de inmuebles o público.
- Ofrecer servicios en diversos idiomas.
Una fachada atractiva
La fachada es el primer impacto visual para muchos potenciales clientes de una agencia inmobiliaria, pero a menudo cuesta diferenciarlos unos de otros.
Si todas las fachadas tienen el mismo aspecto, es muy difícil llamar la atención.
Se puede recurrir a:
- los marcos luminosos con leds;
- fotografías más grandes, o
- buscar una presentación más atractiva.
También en este caso resulta imprescindible estudiar qué están haciendo los competidores directos: no se trata de cambiar todos en el mismo sentido o acabar copiándose unos a otros, sino de hacer las cosa de manera diferente.
Relaciones públicas
Aunque en gran medida se han dejado de hacer en el sector, unas buenas relaciones públicas son fundamentales en el entorno del profesional inmobiliario: es una estrategia básica en el posicionamiento de marca en un área de influencia concreta.
Por ejemplo, al patrocinio de un pequeño equipo deportivo a algún evento urbano de running, que pueden tener un gran alcance en la población o zona en la que se trabaja. Otra opción es colaborar en algún evento festivo local o del barrio.
Este tipo de acciones no conllevan una inversión demasiado elevada y a cambio, si se realizan de manera constante y recurrente, consiguen un buen posicionamiento y dan frutos a medio y largo plazo.
Este tipo de acciones conllevan un efecto ‘top of mind’: que el nombre de la agencia sea el primero que venga a la mente de los potenciales clientes cuando necesiten los servicios de un profesional inmobiliario.
Comunicación y marketing local
La realización de informes sobre el mercado inmobiliario en la zona puede ser una buena vía de darse a conocer o de aumentar el prestigio de marca, más aún si se aprovecha su publicación para organizar un evento de presentación a público y prensa.
Es además una de las vías más efectivas para estrechar la relación con los medios de comunicación locales, para quienes una agencia inmobiliaria puede convertirse en generadora de contenidos. Tanto mediante el envío de información relevante a través de notas de prensa como si se consigue ser uno de los contactos de referencia de los periodistas especializados en temas inmobiliarios.
Prospección directa
Una tarea básica de todo profesional inmobiliario es la búsqueda proactiva de clientes en su zona.
Hay que darse a conocer en el barrio, explicar quién sos, dejar folletos en las tiendas que lo permitan y conocer a otros profesionales de la zona. Por otra parte, se pueden buscar propiedades en venta mediante folletos y buzoneo en el área de influencia. Pero es importante que estas acciones se completen con una llamada a la acción, que se ofrezca algo a cambio de que visiten la oficina.
Cuidar la presentación
Todos estos consejos pueden irse al cesto de basura si se descuida el más básico de todos ello: ofrecer una buena imagen y cuidar la presentación de cada detalle. Aunque parezca una obviedad, hay que prestar atención a la ortografía, seguir los colores corporativos, ofrecer la información de manera que sea fácil de leer y facilitar en todo momento la interacción con los clientes.
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