Millonaria división de bienes de Wanda Nara y Mauro Icardi
Tras confirmarse los rumores de separación entre las reconocidas figuras mediáticas, surgieron los interrogantes sobre los acuerdos comerciales que los unen.
Sin dudas, una de las parejas más famosas del mundo del espectáculo es la de la empresaria Wanda Nara y el futbolista Mauro Icardi, quienes, tras varios vaivenes en su relación, finalmente dieron a conocer su separación y divorcio.
La parte más engorrosa de todas, es la de la división de bienes. Aunque, mientras tanto, desde París, Icardi aún se empeña en desmentir la información.
Sin embargo, en caso de concertarse la separación, la pareja se disputaría una millonaria cifra. Tras su llegada al país, Wanda comentó, mediante un audio, que ya comenzó el debido proceso judicial para concretar su separación legal.
Por otro lado, su abogado, Carlos Broitman, aclaró que, donde debieran realizar los trámites debidos es donde tienen su hogar conyugal, donde están residiendo como último domicilio. En este sentido, remarcó que deberían asentar la separación bajo la ley francesa, porque viven en París la mayor parte del tiempo y es donde se escolarizan sus dos hijas, Francesca e Isabella.
El letrado dijo, además, que sí pueden iniciar en Buenos Aires la división de bienes.
Respecto de la fortuna, se cree que ascendería a 60 millones de euros en propiedades, sin contar otros ítems como dinero en efectivo, joyas, obras de arte, o contratos comerciales.
Comedor de la mansión de Wanda e Icardi 
Vestidor de Wanda Nara 
Habitación de Wanda Nara y Mauro Icardi
Un dato no menor a tener en cuenta es que, desde el nacimiento de su primera hija, ambos integran la sociedad WMF (World Marketing Football), por las iniciales de los nombres de ellos dos y el de su hija mayor, y allí figuran todos los bienes en común. Según trascendió, habían acordado que en el caso de divorciarse o de disolver dicha entidad, le correspondería 50 por ciento a cada uno.
A esto se le suman al menos dos inmuebles que ingresarían en ese listado: la casa del campo de Milán, y otra ubicada en Lago di Como; además de todos los autos de alta gama con detalles personalizados que compraron durante estos nueve años, los acuerdos con el PSG, los contratos de índole laboral, así como también el lanzamiento de la marca de cosméticos de la empresaria, y sus respectivos salarios como contratados del club francés.
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