Alquileres, entre la oferta y la demanda
Mientras estaba regulado, el mercado de los alquileres tendía a favorecer a los inquilinos, lo que llevó a los propietarios a retirar unidades y retraer la oferta.
Otro problema de ese entonces fue la progresiva pérdida del poder adquisitivo (una constante en los últimos lustros) que restringía las posibilidades de los inquilinos de acceder a propiedades más confortables o mejor ubicadas.

Hoy, con la desregulación en marcha, el mercado invirtió su balanza y son los propietarios quienes ostentan una posición más ventajosa. La oferta va en ascenso, pero ahora decrece la demanda frente a los costos y las condiciones.
La dinámica del mercado sobre la oferta y la demanda se expresa en la desregulación de un rubro muy sensible en un país con un fuerte déficit habitacional. El problema, al igual que en la versión anterior, sigue siendo la pérdida de poder adquisitivo en un país que roza el 55% de pobreza o más, según la fuente y la proyección que se tome.
Mayo acaba de iniciar y con ello muchos deben renovar contratos o firmar nuevos. Los renuevan bajo la ley de alquileres lo harán con un incremento interanual del 221% (al 1° de mayo de 2024) según la última actualización del ICL, rompiendo un nuevo récord.

Los que lo harán tras la derogación de la normativa deberán hacerlo ajustados al índice y el lapso pactado entre las partes. El más utilizado es el Índice de Precios ajustado por inflación de forma trimestral. Con la escalada inflacionaria en evidente retracción, es de esperar que las actualizaciones no sean tan bruscas, pero el problema en este caso sigue siendo el poder de fuego de los salarios contra los nuevos valores que expresa el mercado.
En teoría será cuestión de tiempo hasta que la dinámica se ajuste y se establezca un equilibrio. Mientras tanto, la balanza de beneficios se inclina fuertemente hacia un solo lado dejando caer todo el peso en el otro extremo.
Fuente: Primera Edición.
