Un proyecto innovador: La Casa de los 7 Patios
En el proyecto se intercalan espacios cubiertos con un total de 7 patios con vegetación. Se alojan los ambientes más privados en volúmenes opacos revestidos en ladrillo rojo y entre ellos, los espacios de encuentro social con grandes superficies vidriadas que dan a las galerías
“La casa de los 7 patios” está ubicada en un terreno de amplias dimensiones, frente a la pista del aeropuerto de Rosario y de las vías del ferrocarril. Ambas preexistencias presentan una fuerte horizontalidad como elementos del entorno y fue una decisión potenciarlas en el proyecto mediante las visuales, y también, como punto de partida para la implantación de la casa en forma extendida en todo el ancho del lote.
De este modo, se habilita la posibilidad de tener las dos miradas: una vasta y ancha del paisaje, y otra mirada introspectiva que permiten los patios como resguardo de la intimidad.
Los 7 patios permiten el ingreso de sol y ventilación a todos los ambientes mediante el diseño de aleros y orientación de aberturas. La utilización de mallas metálicas en la parte superior resuelve la cuestión de la seguridad al mismo tiempo que no se interrumpe la visual a nivel de las miradas. Cada uno de los patios posee una identidad propia que le confiere el diseño de la vegetación nativa basada en pastizales pampeanos y enredaderas que trepan y cuelgan. Son especies recolectadas del ecosistema circundante generando continuidad de los corredores biológicos hacia el interior de los jardines domésticos, brindando refugio y alimento para insectos, invertebrados, aves y pequeños animales.
Las estrategias bioclimáticas adoptadas responden a la necesidad de promover ciertas prácticas sustentables como son: ventilación cruzada, aleros de protección, muros dobles, vidrios DVH, recolección de agua de lluvia, termotanque solar, separación de residuos para reciclado y armado de compost en el terreno.
Dimensiones generosas de los ambientes, aberturas a distintas alturas que permiten ingreso de luz desde ángulos diferentes, vigas y losas que bajan y suben, sumado a las texturas del ladrillo y el hormigón visto, le confieren a los interiores dinamismo y riqueza espacial. La transición entre interior y exterior tiene un espesor sensorial al estar mediada por patios con vegetación, aleros, galerías, persianas y cortinas móviles, que a modo de filtros permiten experiencias espaciales únicas en donde están en juego los sentidos y las emociones.
Una sucesión de microcosmos que permiten habitar la casa deteniendo el paso, mediante experiencias sensoriales de aprehensión del entorno. El desplazamiento se enriquece a través de los sonidos y olores, texturas y temperatura de los materiales, el viento en las plantas, la luz que ingresa tamizada por la vegetación o contundente por las aberturas, colibríes y mariposas que sorprenden, los colores que acompañan las estaciones del año, todo se ensambla en los distintos escenarios que consolidan el universo interno de la casa y de sus habitantes.
La arquitectura se presenta como un dispositivo mediante el cual se pueden regular los intercambios entre el clima, la naturaleza y las personas, invitándonos a participar en la construcción cotidiana de un escenario doméstico comprometido con el medio que habita.
Fuente: Arch Daily.
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