DECORACIÓN

8 claves para conseguir un dormitorio digno de disfrutar

Lográ un descanso reparador con estas ideas sencillas para crear un entorno agradable y saludable.

Las horas de descanso son una variable especialmente importante en términos de salud, mientras descansamos tienen lugar determinados procesos biológicos únicos y exclusivos de la noche.

Aunque pensemos que sobre el sueño está todo escrito, hay datos que no dejan de sorprender, por ejemplo, no siempre hemos dormido de un tirón. Antes de la Revolución Industrial, la noche se dividía en dos partes y el sueño era fragmentado.

Llegados a este punto, aquí van nuestros consejos en clave Deco:

  • Temperatura

Para una óptima oxigenación del organismo es conveniente que el aire del dormitorio no supere los 18-20 °C en invierno y 24-26 °C en verano. Si el aire es muy cálido necesitamos respirar más rápido para oxigenarnos igual.
Así que es mejor limitar en lo posible el uso de la calefacción mientras dormimos, pues reseca las vías respiratorias y provoca deshidratación. Y en verano, hay que ser precavidos con el uso de ventiladores directos: Las corrientes de aire del ventilador nos refrescan, pero también estresan los músculos, que se contraen con la sensación de frío que da el aire. Si usamos ventilador, evitemos que el flujo nos llegue directamente.

  • Oscuridad

Nuestro organismo percibe la luz aún con los ojos cerrados; para asegurar un sueño profundo y reparador debemos de poder oscurecer el dormitorio casi al 100% durante las horas de descanso. Si te gusta despertarte con la luz del día, te recomendamos un sistema domótico programado.

  • Conexiones inalámbricas

Los aparatos electrónicos inalámbricos como teléfonos o redes wifi producen campos electromagnéticos capaces de atravesar las paredes fácilmente. Conviene apagarlos por la noche y evitar su uso en el dormitorio.

  • Instalación eléctrica

Para minimizar la acción de los campos eléctricos y electromagnéticos generados por la instalación doméstica coloca los dormitorios alejados de las zonas más tecnificadas de la vivienda, exige también una instalación eléctrica sin conducciones eléctricas tras los cabezales de las camas y cables apantallados donde sea preciso.

  • Tejidos

La ropa de cama también ayuda a mejorar la calidad del sueño. Los tejidos naturales y antiácaros regulan la humedad relativa de la estancia absorbiendo y liberando agua según la necesidad del ambiente.
Los materiales 100% naturales como el algodón, el látex y la lana aportan un plus de confort porque absorben mejor la humedad corporal y mantienen la temperatura uniforme para proporcionar un sueño agradable.

  • Ventanas

Es preferible que las ventanas no estén tras el cabezal ni a la altura del torso porque producen diferencias de temperatura localizadas que disminuyen el confort. Mejor ubicarlas fuera del ámbito de la cama.

  • Un orden reparador

Cuando el desorden entra por la puerta, el descanso salta por la ventana. Tener las cosas desperdigadas o puestas de cualquier modo en el dormitorio produce un “ruido” visual que nuestro cerebro percibe como algo molesto, lo que nos impide relajarnos.

  • Ventilación

Una ventilación de entre quince y veinte minutos, en función de las características del espacio, viento, etc., es fundamental para renovar el aire y permitir respirar bien en la siguiente noche. Por supuesto, ni se nos ocurra fumar en el dormitorio. Es importante por qué mientras dormimos se producen una serie de procesos de secreción y expulsión de compuestos corporales que cargan el aire de la habitación

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