Oportunidad inmobiliaria sin comprar m2
Una novedosa propuesta de un desarrollador que consiste en invertir en ladrillos sin desembolsar dinero por un terreno.
En la actualidad podemos ver cómo las personas deciden invertir sus ahorros en el sector inmobiliario y no en otras economías. ¿Por qué? Sencillamente porque el real estate es uno de los sectores más seguros que existen en la actualidad.
Tanto es así que un desarrollador creó una propuesta inmobiliaria que consiste en invertir en ladrillos sin comprar m2. Esta idea surge en un contexto en el que apostar por el sector es complejo, sobre todo por los valores en dólares y los créditos hipotecarios que tanto dolor de cabeza ocasionan.
Básicamente, el desarrollador ofrece formar parte de un negocio en el que se puede participar sin necesidad de comprar metros cuadrados y con solo un aporte mínimo de u$s 20.000.
“Es un sistema que permite invertir financieramente en el negocio inmobiliario sin la necesidad de comprar un inmueble. Se invierte dinero y se devuelve con renta sumada”, afirma Gustavo Lambrias, socio de la desarrolladora Real Estate Developers (RED).
Quizás tu duda sea sobre cómo se genera la rentabilidad para el inversor. Pues bien, se logra mediante la construcción sucesiva de pequeños edificios residenciales, sobre los típicos terrenos de 8,66m de frente de la Ciudad de Buenos Aires.
Dicha desarrolladora (RED) planea poner enmarcha 3 módulos de inversión por año, de 45 edificios con un máximo de 12 departamentos, con una inversión de u$s 6 millones cada uno con un total de u$s 100 millones en los próximos cinco años, según publicó el Cronista.
Este producto, llamado RED-i Respira, espera que cada módulo genere una rentabilidad bruta del 75% sobre el monto invertido, con un proceso de recupero de capital y renta de 3 años en promedio.
Detalles sobre la propuesta inmobiliaria
Cada obra perteneciente a un módulo de inversión arranca luego de asegurar el fondeo para concluir la obra anterior y la renta producida se reinvierte rápidamente en la sucesiva construcción de los 3 proyectos que integran cada módulo, optimizando el rendimiento del capital aportado.
El pequeño tamaño de cada edificio, que irá entre los 8 y 12 pisos, aporta obras de corta duración, con pocas unidades a vender, que limitan el riesgo comercial. Además genera mayor flexibilidad para adaptarse a los cambios con un producto final muy vendible y mucho control de proceso.
La inversión se realiza con un único aporte inicial de múltiples inversores, al fideicomiso de administración del módulo elegido en cada oportunidad, siempre para el desarrollo de 3 proyectos a lo largo de su ciclo de vida. Y cada Fideicomiso es administrado por Rosfid, fiduciario financiero registrado ante la Comisión Nacional de Valores (CNV).
En el proceso de desarrollo de todos los módulos, la empresa suscribe un aporte en garantía. Por ende, ese fideicomiso de desarrollo construye los 3 edificios de cada módulo, los vende y restituye los aportes iniciales y la renta resultante al fideicomiso de administración, que los distribuye entre los inversores beneficiarios.
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