Errores al comprar casa para los hijos
Quizás estés pensado en ayudar a tus hijos para que tengan un espacio donde habitar. Si bien la idea es muy buena, es importante que evites cometer ciertos errores. ¡Enterate cuáles son!
Por un lado, los hijos crecen y comienzan a independizarse; por otro lado, los padres anhelan el momento en que la casa vuelva a ser solo para ellos. Sabemos que tu deseo no es deshacerte de tus hijos, pero sí que encuentren su lugar en el mundo.
Y uno de los lugares más importantes es, sin dudas el hogar. Ya sea pequeño o grande, el hogar es el lugar al que todos ansiamos llegar.
Además, en la actualidad se habla del derecho a la vivienda, un derecho que todas las personas tienen y que no muchas veces es contemplado por los gobiernos ni los sistemas políticos y económicos.
Quizás, esté a tu alcance ayudar a tus hijos en conseguir una casa, pero es importante que conozcas los errores que tenés que evitar en ese proceso. Hablamos de tener en cuenta aspectos legales e impositivos a la hora de adquirir una casa o un departamento.
Caminos posibles
La situación económica actual complica el derecho a la vivienda, ya sea por la escasa oferta de créditos hipotecarios o por la suba en los precios. Lo cierto es que, muchas parejas jóvenes o personas solteras, toman la iniciativa de independizarse por completo, pero se ven obligados a alquilar.
El alquiler representa un porcentaje importante del ingreso mensual y, en algunos casos, aleja la posibilidad de comprar un inmueble. Es por eso que los padres deciden colaborar con sus hijos con sus propios ahorros.
Sin embargo, algo que parece tan sencillo como comprar una propiedad para dársela a un hijo o una hija tiene ciertos vericuetos legales e implicancias impositivas que bien vale la pena considerar.
Casa para los hijos: donar un inmueble
Según publicó La Nación, “el contrato más común entre padres e hijos al momento de transferir una propiedad es el de donación”, dice Mariano Esper, abogado y docente de la UBA y de la Universidad Austral.
La donación con reserva de usufructo, es una de las figuras más conocidas en este caso. Es decir, se pone a nombre del hijo pero el usufructo le queda a los padres en vida.
La transferencia completa del inmueble se efectiviza una vez que los padres fallecen.
Cómo impacta en la herencia
“Las donaciones de progenitores a hijos, cuando fallece el donante, tienen que ser calculadas en el patrimonio de la herencia. Es decir que se debe computar el monto de lo donado en la parte que le corresponde al hijo que recibió la donación. De alguna manera es como si fuera un anticipo de herencia”, señala Esper. Y es que de no hacerse de esta manera, se vulneraría el principio de igualdad entre todos los herederos.
Según expresó Diego Molina, presidente del de Escribanos de la Provincia de Buenos Aires, “las ventajas de las donaciones de inmuebles son muchas, no solo por su costo bajo y accesible, sino también porque las donaciones se han vuelto a instalar como una opción válida y segura para la planificación patrimonial, cada vez más utilizada por los ciudadanos”.
Las estadísticas se habían logrado 11.299, estas cifras indican un crecimiento del Colegio de Escribanos de la Provincia de Buenos Aires registran que durante 2021 se realizaron 23.923 donaciones, mientras que en todo 2020 acumulado del 111,73 % de un año a otro.
Más allá de las donaciones, los padres pueden celebrar cualquier tipo de contrato con sus hijos, siempre y cuando sean mayores de edad y jurídicamente “capaces”, como una permuta, una venta o un fideicomiso.
Justificar el dinero
Es importante también considerar la cuestión tributaria. “Cuando el padre le dona a un hijo por ejemplo el dinero para comprar in inmueble, lo puede hacer por escritura pública o a través de un instrumento privado con fecha cierta, que es certificando la firma del documento ante un escribano. Esta segunda opción es más económica porque no requiere de una escritura”, explica el tributarista Sebastián Domínguez.
Para el especialista, lo más recomendable es bancarizar esa transferencia, aunque reconoce que la mayoría prefiere no hacerlo. “Es muy importante que quien dona tenga justificado el dinero, porque si la AFIP le hace una inspección al hijo, a pesar de tener la documentación en regla, si los fondos no estaban declarados se le va a hacer un ajuste al hijo diciendo que es un incremento patrimonial no justificado”, explica Domínguez.
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