La verdadera “mansión” del trap es Argentina
Se trata de una casa donde nació el movimiento musical más grande de los últimos tiempos. Enterate dónde está ubicada y cómo es por dentro.
La música, muchas veces, marca tendencia. Ya sea porque impacte en la vida de las personas, sobre todo jóvenes, o porque haya nacido en un lugar especial. El trap argentino tiene su lugar específico. Se trata de una “mansión” por donde han pasado los artistas más renombrados de este género musical.
Una vieja casona ubicada en la calle Antenaza al 247 de Caballito, marca el inicio de un movimiento musical: el trap. Por ella, pasaron artistas como Suki, YSY A y Neo Pistea, figuras del género que han cambiado la vida de muchos jóvenes.
Los músicos ocuparon el edificio durante 8 meses, entre 2017 y 2018. Esto fue suficiente para que la propiedad tomara una impronta importante y cambiara por completo su valor. Sencillamente, porque, ahora, se ha transformado en una casa de culto para los seguidores del trap.
Mauro Lombardo Quiroga (Duki), Alejo Acosta Migrliarini (YSY A) y Sebastián Chinellato (Neo Pistea) cambiaron la energía del hogar cuando decidieron pasar un tiempo en el inmueble y gestar lo que hoy es un género musical instalado.
Esos 8 meses de estadía en el lugar, los jóvenes aún desconocidos no solo ocuparon el lugar, sino que hicieron de las suyas, puesto que, la casa había quedado muy desmejorada cuando la entregaron. Una vez que el dueño del lugar la recuperó, se transformó en un lugar de culto.
Alejandro Farache, propietario de la “mansión” aseguró que durante el tiempo que los artistas vivieron en la casona, los vecinos no paraban de llamarlo por los ruidos molestos que se escuchaban. Luego de que “los chicos” dejaron el lugar, Farache decidió mudarse al lugar con su esposa y su hija de 11 años.
Sin embargo, la casa tomó un valor muy importante para los fanáticos del trap. Sencillamente, porque la casa de 400 m² fue intervenida en su fachada con un mural y un sinfín de garabatos referidos al movimiento musical.
“Esta es mi casa de toda la vida, acá me crié, pero estos pibes la convirtieron en un mito, eso me hace flashear. Vienen de todos lados a sacarse fotos, a dejar su firma; se me han colgado de la ventana, es increíble. Todos los hijos de mis amigos me piden entrar. Yo creo que hoy ni en Segurola y Habana pasa esto”, describióFarache a LA NACION, en una comparación con la casa que habitó Diego Maradona.
“Yo vivía acá antes de que llegaran los chicos. A Duki lo ayudaba a saltar la medianera cuando no tenía llaves para entrar”, recuerda Diego Barranco, que vive justo al lado de la casa.
El propietario del lugar recuerda que, al momento de alquilarla, pensó que se trataba de tres jóvenes influencers. Es más, ni siquiera sabía quiénes eran los músicos ni mucho menos de la existencia del trap. “Estuvieron ocho meses acá. Luego se fueron, y cuando entré la casa estaba patas para arriba”, recordó Farache.
Para recuperar la propiedad, Farache estuvo tres meses remodelando el lugar. En el camino, fue encontrando sorpresas, como una sala de tatuajes en el sótano.
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