Empresas del sector inmobiliario invertirán en tecnología
Se trata de alrededor de un 80%, que planean hacerlo a través de partners externos. Exigirán cambios en la estructura y en la forma de operar de las compañías.
En las últimas décadas el mundo ha vivido inmerso en constantes cambios, en los que la tecnología ha desempeñado un papel fundamental al transformar, de manera acelerada, las interacciones cotidianas, tanto en la esfera personal como en la laboral.
Por tanto, resulta imperativo que compañías e individuos adopten las sucesivas innovaciones tecnológicas en su funcionamiento diario con el fin de mejorar sus resultados y su operativa a todos los niveles.
El sector inmobiliario, no es una excepción y la aplicación de herramientas tecnológicas permite a las empresas de este sector, independientemente de su perfil, consultoras, inversores u operadores, lograr una mayor eficiencia en sus procesos y optimizar su cuenta de resultados.
Según encuestas globales, se deduce que las empresas son conscientes de que la tecnología es fundamental para su éxito.
Por esta razón, más del 80% de las empresas que trabajan en el sector inmobiliario tienen previsto aumentar sus inversiones en tecnología en los próximos tres años. Esto conllevará grandes implicaciones en los modelos de negocio y exigirá remodelaciones tanto en la estructura como en la forma de operar de las compañías.
Para ello, un 89% de los encuestados planean acelerar su adopción combinando la formación tecnológica de sus empleados, la incorporación de nuevos perfiles, operaciones de M&A y externalización de servicios que permitan incorporar nuevas tecnologías en su funcionamiento diario. Por su parte, el 78% de los entrevistados planean hacerlo a través de partners externos.
El estudio revela que las prioridades tecnológicas de las compañías ya no se centran sólo en la maximización de la eficiencia en costes y el desarrollo de herramientas que faciliten el teletrabajo de los empleados; sino también herramientas y plataformas que permiten generar valor y contribuir al éxito de los objetivos empresariales.
Fuente: El Economista.
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