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Un dólar estable y ventas de inmuebles activas

La vuelta al ladrillo como resguardo de valor también se ve favorecida por las nuevas tasas de los plazos fijos tradicionales. Cuáles son las oportunidades del mercado.

No sólo el mercado de alquileres está teniendo una reactivación. El de compraventa de inmuebles también ha comenzado a moverse, aunque con un poco de rezago. El hecho de que el dólar se hubiera mantenido bastante estable hasta las últimas horas y otras inversiones, como los plazos fijos, no estén ofreciendo rendimientos atractivos, ha hecho que quienes tengan ahorros piensen en destinarlos a una inversión segura: una casa o un departamento.

El presidente de la Cámara Inmobiliaria de Mendoza, Roberto Irrera, explicó que se ha ido generando un cierto movimiento en la compraventa de inmuebles y consideró que se va a incrementar porque, con la baja del dólar, la divisa norteamericana no está conviniendo como refugio de inversión. “Lo que antes compraban con un dólar de $1.200 no lo pueden comprar hoy con uno de menos de $1.000″, ilustró. (NdR: esto fue horas antes de que el blue se ajustara un poco por encima de ese valor).

Ante esto, hay quienes prefieren “solidificar” sus ahorros en una construcción, con la que saben que no van a perder nunca, mientras que con otras alternativas hay un buen margen de incertidumbre. “Afortunadamente, estas últimas dos semanas ha empezado a sonar más el teléfono”, planteó. Y detalló que esto es tanto por parte de interesados en viviendas como en lotes. De hecho, indicó que en la inmobiliaria tenían un loteo de 21 terrenos y vendieron todos.

Irrera resaltó que sería muy positivo que el mercado siguiera respondiendo favorablemente, porque con la venta no sólo trabaja el corredor público inmobiliario, sino que el pintor, el plomero, quien colca pisos o membranas en el techo y quienes venden esos materiales, porque quien compra una casa suele hacer reparaciones y mejoras; lo que genera un movimiento en varios sectores de la economía.

Estanislao Puelles, vicepresidente del Consejo Federal de Colegios Inmobiliarios de Argentina (CoFeCi), manifestó que ha habido un cambio de clima de negocios, que está trayendo buenas expectativas, lo que ha generado no sólo más consultas por propiedades en venta, sino también el cierre de algunas operaciones. Aunque reconoció que ese repunte es desde un nivel muy bajo.

Acotó que el peor enemigo del mercado inmobiliario es la volatilidad del dólar, porque quien tiene ahorros en esta moneda, especula con que suba y pueda comprar más con menos billetes. Ahora, que está tranquilo, “empieza a ser un problema tener dólares” y hay quienes se deciden a invertir en un inmueble.

Fuente: Google.

Sin embargo, advirtió que, así como en los últimos años había más ventas de lotes para construir, con un precio del metro cuadrado en dólares históricamente bajo, ahora la brecha para quien pensaba edificar con lo ahorrado en la divisa estadounidense se ha achicado, al tiempo que ha subido el precio de los materiales. De ahí que la gente esté pensando más en comprar una casa hecha que un terreno.

Puelles estimó que esta tendencia podría acelerarse si el dólar se mantiene estable y aún más si se sale del cepo. Al no haber hoy muchas opciones de inversión rentable -con el plazo fijo tradicional muy por detrás de la inflación y el UVA con limitaciones-, consideró que la compra de inmuebles “puede llegar a ser la ‘vedette’ de 2024″.

Por su parte, Santiago Debé, representante en Mendoza de la Cámara de Propietarios de la República Argentina (Capra), opinó que las ventas están aún en niveles muy bajos, aunque reconoció que hay un poco más de interesados y se están haciendo algunas operaciones, pero lejos de lo acostumbrado en otras épocas.

Planteó que la gente todavía tiene temor de que le cambien las reglas de juego y, además, los ingresos han disminuido, aunque también lo ha hecho el precio de las propiedades, por lo que no resulta sencillo comprar una vivienda.

“Si se recorre el mercado, hay oportunidades, casas a buen precio. Es un buen momento para comprar, no para construir y por eso se ven muy pocas en construcción”, lanzó Debé. Resaltó que hay una importante diferencia de precio entre las casas y departamentos nuevos y los usados. Mientras de los primeros sigue subiendo el valor, de la mano del aumento de los materiales, los que ya tienen algunos años van bajando porque siguen la evolución del poder adquisitivo de la gente. De ahí que evalúe que cuando la inflación llegue a un dígito, es decir, caigan los precios, y se recuperen los salarios, se puede esperar que crezca la demanda de inmuebles, que sigue todavía deprimida.

Fuente: Diario Los Andes.

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