Cómo afecta la pandemia a los alquileres de temporada invierno
El Covid-19 generó un fuerte golpe en el sector turístico bajando a cero el porcentaje de reservas en los principales puntos de esparcimiento del país.
Algo inédito se vivió en los principales puntos turísticos del país. ¿Quién podría imaginar a Bariloche y Malargüe sin turismo ni esquiadores? Imposible, ¿verdad? Estos dos escenarios son los más importantes de Argentina en materia turística, año a año reciben a una gran cantidad de visitantes que eligen sus paisajes y centros de esquí para disfrutar de las vacaciones de invierno, pero también de fines de semana de espaciamiento y contacto directo con la naturaleza.
Desde que el Covid-19 llegó al país todo cambió en los complejos hoteleros y demás establecimientos de alojamiento de estas zonas lo que provocó, indudablemente, menos turismo y, por lo tanto, una baja significativa en la reserva de plazas, algo que rompió “la buena racha” que generalmente acompaña a estos polos turísticos.
Durante la época estival Malargüe fue uno de los puntos privilegiados de Mendoza registrando “una de las mejores temporadas con una afluencia de turismo extraordinaria, con una frecuencia semanal de 80% de ocupación hotelera y los fines de semana llegaba al 90%-95% de ocupación plena hotelera de manera continua. No decayó en todo el verano”, destaca Marcelo Rivarola Director de promoción y políticas turísticas de Malargüe. Incluso antes de las medidas de confinamiento, el departamento sureño había alcanzado el 100% de ocupación.
Indudablemente, todo cambió cuando en marzo el presidente Alberto Fernández decretó las medidas de confinamiento por todos conocidas. Según detalla Rivarola “el primer gran problema que trajo la cuarentena fue su inicio previo a un fin de semana largo donde, la mayoría de los establecimientos hoteleros o establecimientos de alojamiento tuvieron que devolver el dinero a quienes habían hecho las reservas. Con el agravante que nos tomó, también, Semana Santa, fechas en las que la ocupación hotelera estaba reservada al 100%”. Cabe destacar que Malargüe venía desarrollando una fuerte promoción turística a través de redes sociales, de fam press y manteniendo un contacto con los principales medios de comunicación del país, por lo que esperaba una temporada fría exitosa.
¿Cómo afectó la pandemia?
Para el director de promoción y políticas turísticas de Malargüe el covid-19 “afectó de forma extraordinaria, un balance altamente negativo, un detrimento no solamente de la economía de los alojamientos, sino de toda la economía en general, porque el turismo se había convertido como en uno de los pilares fundamentales de desarrollo y de crecimiento”, teniendo en cuenta que “el consumo que había generado el turismo durante el verano había sido extraordinario”.
Como medida para salir a flote, el departamento sureño reunió a los principales afectados por la pandemia para buscar fuentes de financiamiento y políticas crediticias a través de la provincia y nación. Asimismo, desarrollaron un programa de buenas prácticas, la misma “consistió en armar protocolo sectoriales para que todo el sector turístico, toda la cadena de valor turística estuviera preparada para la postpandemia, postcovid-19”, destaca Rivarola. Es decir, generar protocolos sanitarios para que cabañas, hoteles, empresas de viajes y turismo y guías estén totalmente preparados con su protocolo de seguridad sanitaria completa.
Estamos trabajando en paseos virtuales que se están difundiendo en las principales plataformas de redes sociales para que la gente conozca las bondades del paisaje de Malargüe. Marcelo Rivarola.
Del mismo modo, la elaboración de videos y paseos virtuales que son difundidos en la actualidad a través de diferentes soportes. “Esa fue una estrategia muy importante porque no decayó la promoción, todo lo contrario la aumentamos”.
En el parque donde funciona la oficina de turismo departamental “tenemos paleoesculturas que representan al Titanopodus mendozensis , un gran dinosaurio que generó huellas aquí en Malargüe. A estos dinosaurios se les colocó barbijos para generar una campaña infantil, los niños rápidamente adhirieron a la campaña para reproducir la importancia de la sanidad y la importancia del uso del barbijo. Esta estrategia nos posicionó porque fuimos los primeros en ponerle a esculturas barbijos y esto repercutió en principales medios”, añade el director.
Por otra parte, y mirando al futuro, desde Malargüe “estamos trabajando en paseos virtuales que se están difundiendo en las principales plataformas de redes sociales para que la gente conozca las bondades del paisaje de Malargüe. Hemos hecho más de 18 videos de paseos virtuales”.
Malargüe tiene ventajas comparativas respecto de otros sitios, porque la mayoría de los atractivos turísticos pertenecen a la naturaleza plena, son sitios naturales y patrimoniales donde se permite el distanciamiento social, el senderismo, puntos de sanitización y en donde “vamos a brindar toda la confianza necesaria para que sea un turismo con buenas prácticas y apuntando a ser un destino seguro preparado para el nuevo turista postpandemia que va a elegir destinos seguros, saludables y, fundamentalmente de naturaleza”, cierra Rivarola.
Del otro lado de la página encontramos que Bariloche, otro de los puntos de atracción preferido del turismo nacional e internacional, vive una situación similar. Con pérdidas que se estiman en 9.000 millones de pesos, los prestadores turísticos y los complejos hoteleros intentan salir adelante luego de la terrible crisis provocada por el covid-19 y la medida de confinamiento.
Federico, un joven mendocino que desde hace años trabaja en un conocido complejo de esquí como instructor, nos comenta que el sector privado es uno de los más perjudicados por las medidas de aislamiento social, preventivo y obligatorio; pero que la situación también terminará afectado en lo público, ya que “la quietud total reina en todos lados”.
Afirma contar con montañas repletas de nieve, pero que, en esta oportunidad, no parece estar acompañada de turistas y de reservas hoteleras confirmadas. “En temporadas anteriores, Bariloche fue el epicentro turístico, llegó a tener gran cantidad de vuelos diarios y un nivel de ocupación hotelera a tope”, afirma Federico, mientras recuerda que durante el invierno 2019 el gasto promedio por visitante llegó a ser de $ 5.200 por día y, hoy “es cero, no hay turistas, no hay nada”.
Según el instructor de esquí, “la economía local caerá terriblemente hasta llegar a cifras millonarias”. Cabe destacar que la hotelería y el aeropuerto local han permanecido completamente cerrados en un punto turístico que, en la última temporada, alcanzó a recibir alrededor de 70.000 visitantes. Aquel volumen turístico generó ingresos de hasta 6500 millones de pesos, de haber funcionado regularmente este 2020, la cifra hubiera sido de 9400 millones de pesos como ingreso para la economía baricholense.
Cabe destacar que este polo turístico cuenta con un poco más de 30.000 plazas habilitadas repartidas en hotelería de diferentes categorías, hostels, cabañas y hosterías. Juan Andaluz, propietario de una cabaña de alquiler temporario comentó que durante el invierno de 2019 hospedó a alrededor de 150 personas durante toda la temporada otoño-invierno, un buen número si consideramos que se trata de un único inmueble. “Los números nos alarman, el año pasado Bariloche recibió visitantes que se quedan en el lugar un promedio de cinco días y con gasto diario de casi cinco mil pesos. Ahora está todo paralizado”, destaca Andaluz.
Por otro lado, la gobernadora de Río Negro, Arabela Carreras, se encuentra trabajando en un decreto ley para declarar la emergencia turística en la provincia y, especialmente, en este principal polo económico.
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