SECTOR INMOBILIARIO

La transformación de los coworking ante la pandemia

Más allá del difícil contexto que atraviesa el sector, muchos de ellos han logrado reinventarse para, en el mejor de los casos, continuar operando cuando la “normalidad” regrese.

¿Recordás la vida antes de la pandemia? Hace más de cinco meses un argentino estaba alrededor de 48 horas semanales trabajando. Ya sea en una oficina o en otro espacio laboral, este era el tiempo promedio que las personas dedicaban a su actividad económica. El ambiente laboral estaba vinculado directamente con la productividad de cada individuo; hoy la situación cambió: el impacto provocado por la pandemia generó una transformaión en el quehacer diario.

Los coworking no son un concepto nuevo. Estos espacios de oficinas compartidas en las que profesionales autónomos, teletrabajadores y empresarios se dan cita para trabajar, y donde los gestores del espacio intentan conectar y crear oportunidades profesionales y personales entre y para sus miembros; habían crecido a pasos agigantados tanto en Mendoza como en el resto del país. Pero, un día llegó el Covid-19 y acabó con  estos espacios singulares y dinámicos. Más allá del difícil contexto que atraviesa el sector, muchos de ellos han logrado reinventarse para, en el mejor de los casos, continuar operando cuando la “normalidad” regrese.

Un caso particular es el de G 47, ámbito empresarial que brinda espacios para oficinas privadas, semi-privadas y Flex. Sin dudas, una revolución del espacio laboral que mira hacia el futuro y entiende que las oficinas de trabajo ya no serán las mismas.

La pandemia que sorprendió al mundo, obligó a estos espacios a renovarse para sostener y mantener a sus clientes. Ahora, los encuentra en la gran transformación para captar una nueva comunidad. A pesar del impacto a corto plazo de la crisis sanitaria, quienes llevan adelante espacios de estas características muestran una visión optimista en el largo plazo. Así lo afirma Gabriela Lima, responsable de G47, quien asegura que los coworking serán espacios que se van a seguir utilizando.

Según Lima, estos espacios colaborativos serán capaces de adaptarse a lo que se viene, “no creo que las oficinas cierren, pero sí va a haber achique o turnos rotativos”. Esto provocará, indudablemente, que los proyectos tengan una nueva forma de funcionar, lo que se estima sea un cambio de 180 grados.

Los espacios de coworking revolucionan la experiencia laboral. No solo reducen costos operativos, sino que se presentan como lugares donde continuar con la labor de manera particular.

Una mirada desde el interior

La situación no ha sido sencilla. La crisis sanitaria se presentó con tal velocidad que no dio tiempo a hacer grandes planes, aún así, algunas marcas lograron reinventarse. “Al principio nos asustamos mucho. Tuvimos muchos incidentes, varias agencias de turismo que estaban en el espacio de un día para otro se quedaron sin trabajo y nosotros les dimos una mano, porque están convencidos de que van a volver a operar una vez que la situación se reactive. Pero, tuvimos una incidencia muy alta en la desocupación. Antes de la pandemia estábamos llenos, ahora estamos reinventando el espacio”, comenta Lima.

“Estamos trabajando para posicionarnos como espacio empresarial”. Es decir, un coworking apuntado a empresas que, debido al contexto, deberán achicarse o trabajar con turnos rotativos y con aquel personal que no pueda realizar home office.

“Somos un coworking particular, es un piso entero que tienen varias modalidades de funcionamiento, tenemos 15 oficinas privadas. Si bien se puede hacer un trabajo conjunto, hay mucho de trabajo individual con acceso a espacios comunes  o servicio comunes como la cocina, la sala, los baños. Desde ese punto de vista lo vemos como algo muy útil, de todas maneras creo que va a haber una demora en que eso llegue, no va  a ser inmediato”, añade la responsable de G47.

El futuro de los espacios colaborativos

Sin dudas esta situación generará grandes cambios en la manera de operar de todos los coworking. No solo por las medias de higiene y seguridad que deberán implementar, sino porque se transformarán en una excelente opción para que muchas empresas continúen operando. Para Lima “dentro de la modalidad de oficina privada, tiene futuro”   y agrega “luego de esto va  a haber un efecto revote, ya que no todos van a continuar con las modalidades que se implementaron ante la pandemia”.

Igualmente tanto las empresas como los emprendedores están dilatando las decisiones, “están especulando, viendo qué pasa y cómo se organizan.  Sin bien hay muchas consultas y visitas, hay pocas concreciones”.

Las medidas

Este espacio de trabajo tendió propuesta a aquellos que vieron complicada su situación producto de la pandemia: “hay mucha gente cuyos contratos están por vencer en sus oficinas y nuestra política es acompañar a los clientes. Hicimos una reducción de tarifas para que puedan seguir manteniendo el espacio”. Las consultas que reciben están vinculadas con personas a quienes “se les dificulta sostener sus oficinas y que piensan achicarse y hacer un mix, turnos rotativos y demás medidas”.

La mirada optimista

G47 está ubicado en el corazón del centro mendocino. En plena esquina de  Garibaldi y San Martín, la empresa, formada por la sociedad entre Guillermo Boito, Jonathan Tari y Gabriela Lima, mira con buenos ojos el futuro. “Por suerte hoy lo puedo sostener y cuando todo se reactive, yo voy a estar disponible”. Los ámbitos de interacción humana son muy importantes, “son generadores de ideas y complementariedad, además, de motivación; me cuesta mucho creer que vayan a desaparecer”, cierra Gabriela Lima.

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