El director James Cameron pone precio a su casa de Malibú
El director de Avatar vende su lujosa mansión en 25 millones de dólares. La casa lo tiene todo doble: dos cocinas, dos piscinas, dos spas… Y es que lo que vende el cineasta no es una residencia, sino dos.
Una casa de películas. Y no es chiste. La casa que James Cameron vende en Malibú es ¡impresionante! El director cinematográfico decidió poner a la venta su mansión en la costa estadounidense por un número desorbitante: 25 millones de dólares.
James Cameron adquirió la primera mansión en 1989, cuando se casó con su tercera esposa, la directora Kathryn Bigelow. Y compró la casa vecina a finales de 2003, varios años después de casarse con su quinta y actual esposa, la ex modelo y actriz Suzy Amis Cameron. Ahora vende ambas por 25 millones de dólares.
Los números hablan por sí mismos: once habitaciones, diez cuartos de baño, dos cocinas, dos piscinas, dos spas… Y una sala de cine para ver los últimos estrenos.
El comedor está decorado con una gran mesa central de madera natural, acorde con el carácter rústico de la casa. Está acompañada por sillas de color blanco. Como la gran mayoría de las habitaciones de esta casa, goza de luz natural.
La cocina de James Cameron en Malibú tiene una isla central con una mesa y taburetes altos para poder disfrutar de una comida informal con la familia o los amigos. Un espacio de reunión de estilo mediterráneo, como el resto de la casa.
Cuenta con rincones de descanso soñados. Tiene muchos salones: espacios de descanso en los que desconectar del estrés de Hollywood. En el de la fotografía, destacan los techos altos y una colección de muebles formada por piezas tapizadas en blanco que proporcionan una atmósfera cálida y acogedora.
La mansión tiene hasta diez baños. El de la fotografía es de grandes dimensiones, combina la madera con los azulejos de color azul y mantiene el suelo de parqué que encontramos en toda la casa.
Uno de los pasatiempos favoritos de Cameron es el billar. Por eso ha reservado una sala exclusivamente para ello. En esta sala, el cineasta dispone de estanterías para ubicar los premios que ha ganado.
El dormitorio tiene las dimensiones de un plató de cine. Totalmente exterior, tiene acceso a la terraza y está lleno de luz natural. El techo, con vigas de madera, está decorado con una lámpara de estilo medieval.
Después de un agotador rodaje, el director y su familia se relajan en esta espectacular piscina rodeada de vegetación. Cuenta con dos escaleras y tiene acceso directo desde diferentes estancias de la casa.
En este salón con los techos de madera se ha ubicado la chimenea, por lo que es uno de los espacios favoritos de Cameron y su familia cuando empieza a refrescar. También es el lugar reservado para el piano.
El estilo mediterráneo de la mansión se hace patente en el patio, que posee dos fuentes y está decorado con azulejos azules.
El silencio y la tranquilidad que se respiran en esta casa son dos de sus alicientes. Cameron ha pasado largas temporadas en esta residencia que pronto formará parte de su pasado.
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