SECTOR INMOBILIARIO

¿Es posible lograr el sueño de la casa propia?

En el marco de la pandemia el Gobierno argentino implementó dos medidas fundamentales para un amplio conjunto de la sociedad que accede a la vivienda mediante el alquiler.

Quizás, el propósito de muchas personas sea tener su casa propia. Otros, más desapegados, tal vez, no ponen en su balanza el tener un techo, sino que prefieren otros estilos de vida. Pero, volviendo a aquellos que sí lo  anhelan, ¿qué oportunidades se les presentan? La crisis sanitaria provocada por el nuevo coronavirus parece postergar aún más ese sueño.

En las grandes zonas urbanas, muchas personas alquilan departamentos o casas. Algunos de estos inmuebles están en buenas condiciones y responden a la legalidad; otras, precarias y lejos de responder en caso de existir una necesidad. Este proceso, denominado “inquilinazación” de la población  potencia la crisis habitacional que existe en el país desde hace muchos años. La pandemia profundizó la situación.

En el marco de la pandemia el Gobierno argentino implementó dos medidas fundamentales para un amplio conjunto de la sociedad que accede a la vivienda mediante el alquiler. En primer lugar, el decreto 320 suspende los desalojos, extiende los contratos de alquiler vencidos durante su vigencia y congela el precio de los alquileres al valor de marzo de 2020. 

Además, se dispuso el pago mediante transferencia bancaria o medio electrónico para minimizar el contacto social, lo cual secundariamente irrumpió en las prácticas de un negocio que sucede casi en su totalidad en la informalidad, a pesar de representar 4,3% del PBI. En segunda instancia, con la sanción de la Ley de Alquileres en junio de 2020, se extiende el plazo mínimo de los contratos de alquiler y se fijó un índice promedio entre IPC y RIPTE para las actualizaciones. 

¿Qué hizo la ley de alquileres?

Pues bien, terminó con un mecanismo de aumentos que tenían un fuerte impacto en la formación de precios, al afectar tanto a alquileres de vivienda como comerciales. Hasta la sanción, los alquileres eran el único sector relevante de la economía cuyos incrementos se fijaban de manera unilateral sin intervención de la contraparte ni del Estado. Algo que está aceptado e institucionalizado en casi todos los ingresos, precios y mercados relevantes (salarios y jubilaciones, tarifas, combustibles, alimentos, tasas de interés) ocurría en el mercado de alquileres de manera unilateral y arbitraria por una decisión discrecional de la parte propietaria, publicó el sitio Tiempoar.com.ar

En definitiva, la ley equilibra derechos entre inquilinos y propietarios y un punto central que podría dar mayores grados de libertad al Estado es que obliga a registrar los contratos de alquiler en AFIP. Sin embargo, este artículo aún no se reglamentó.

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