ARQUITECTURAEVENTOS

Un teatro mágico y auténtico en el país

Uno de los grandes símbolos de Vendimia, que nos identifica y resalta en distintas partes del mundo.

El Teatro Griego Frank Romero Day es un sitio emblemático, que una vez por año se viste de fiesta y celebración. Es que, entre sus bastimentos, se lleva a cabo el acontecimiento más importante para los mendocinos: la Fiesta Nacional de la Vendimia.

Su nombre, Frank Romero Day, hace referencia al ingeniero agrónomo que estaba a cargo de la cartera de obras públicas en Mendoza y quien destinó los fondos para comenzar su construcción.

Esta quedó finalizada en 1963, cuando se inauguró el teatro griego con la Fiesta Nacional de la Vendimia de aquel año. Sin embargo, para concluir el tema de su nombre, cabe mencionar que el original fue el anfiteatro del Cerro de la Gloria o gran teatro al aire libre del Cerro de la Gloria.

Su diseño es acorde a los conceptos griegos de los antiguos teatros. Quizás una de las características más sobresalientes fue que siempre se construían sobre terrenos inclinados, ya sea en laderas u hondonadas.

Las razones fueron dos:

  1. Luego del desmoronamiento de un teatro en Atenas, tragedia que llevó a asentarlos sobre terrenos firmes.
  2. Para aprovechar la acústica y la visual. Esto permite disfrutar del espectáculo desde todos los puntos.

En un comienzo, el teatro griego, comenzó con espectáculos de danza en honor a algún dios. Estas celebraciones eran de carácter privado. Luego se agregó la zona de asientos para los espectadores, pasando a ser un espectáculo público.

Algunos de los datos del lugar descripto, en números:

  • Cuenta con la capacidad para albergar a poco más de 20.000 personas sentadas.
  • La superficie total del Teatro Griego es de 900 m² (y se le pueden agregar escenarios circunstanciales).
  • Tiene 120 m de boca escénica.
  • El proscenio central es de 60 m.
  • La infraestructura técnica cuenta con 14 camarines con baños individuales y generales. Además, hay depósitos, talleres de utilería y subestaciones de energía que ocupan 420 m2.

El error de llamarlo “anfiteatro”

Durante mucho tiempo, fue común oír hablar del lugar donde se desarrolla la Fiesta Nacional de la Vendimia, como “anfiteatro” Frank Romero Day.

De hecho, es hasta el día de hoy, que muchos mendocinos lo llaman de tal manera. Sin embargo, es un concepto errado. Para marcar la diferencia, un anfiteatro es, como lo marca el prefijo “anfi”, un teatro que cuenta con gradas y tribunas alrededor y en su totalidad. Es decir, de forma circular, completa. Como es el caso del Coliseo romano.

Vendimia: la fiesta en su interior

A pesar de transcurrir dos años atravesados por una pandemia mundial, que impidió que se realizaran todo tipo de eventos, la Vendimia, trascendió lo artístico y logró superar vetas culturales, económicas y turísticas.

Desde 1936,  Mendoza, convoca a festejar la recolección y cosecha de la uva en el acto central y coronación de la reina en el teatro griego Frank Romero Day de la capital mendocina.

Allí, se produce el despliegue de cientos de artistas, que llenan de encanto y alegría la ceremonia, como así también, a cada uno de los asistentes.

Blog Inmobiliario accedió a una de las protagonistas en primera persona. Se trata de Magalí Garay, bailarina, que participa de la fiesta año tras año.

“En  vendimia central, hace 9 años que bailo y en las departamentales hace 11. Esto surgió porque danzo desde los 10 años y una de mis mayores expectativas era poder pisar el escenario más grande de la provincia: el del Teatro Griego, y por suerte pude hacerlo”, cuenta Magalí.

Su estilo es el folclore. Y sus expectativas para el futuro son, poder seguir bailando y tener la posibilidad de formar parte de ese grupo de artistas. El deseo de poder tener un año más, la oportunidad de pisar ese escenario mágico que le transmite un cúmulo de sensaciones unidas y que la hacen plenamente feliz.

Magali Garay

fiesta de la vendimia mendoza
Acto Central Fiesta Nacional de la Vendimia.

“La vendimia para mí, es el momento de compartir, de disfrutar de la danza, de las tradiciones, la cultura de cada uno. De reencontrarse con los amigos, de volver a formar parte de esa hermosa familia de vendimia. Es el lugar donde la adrenalina que se siente al correr entre cuadro y cuadro para cambiarse es inexplicable, todo para poder salir y dar lo mejor de uno, eso por lo que estuvimos ensayando todo un mes entero”, relata emocionada.

Detrás de cada una de las personas que despliegan su arte en todas sus modalidades, en el seno del Teatro Griego, se esconden profundas historias, que de alguna manera, los unen con la tradición mendocina.

Esta primera Vendimia del reencuentro, donde se albergan y cobijan las miradas y las emociones como seres con conciencia de la finitud y buscando mitigar las ausencias con la afirmación de la vida. Parte que vuelve a reunirse, a congregarse, a sumar nuevamente después de tanto espacio, tanto silencio y tanta distancia. Ese vino, la gente y el brindis,  es lo que Mendoza puede ofrecer al mundo.

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