Jardín: la verdadera naturaleza del hogar
Actualmente, están comprobados los beneficios que otorga el estar en contacto con la naturaleza: refuerza nuestras defensas, estimula nuestro sistema inmune y aumenta los niveles de vitamina D.
Como seres intuitivos, tenemos plena consciencia de que sentimos un enorme placer cuando estamos cerca de la naturaleza, jugando en un parque, caminando o descansando una tarde en el jardín. La paz y energía que nos provee el verde de las plantas, el cobijo de los árboles y la exposición a luz solar nos generan un estado de ánimo más relajado, con menos preocupaciones.
Es por ello que, hoy en día, planificar el jardín soñado, es una de las principales metas a cumplir de las personas. Muchas veces, piensan primero en un patio, sin tener aún la casa.
Esto resulta un verdadero desafío, que implica trabajar de la mano de un arquitecto y de los dueños para lograr esos espacios, acondicionarlos y generar estética.
No obstante, encontramos la situación de observar cómo la gente necesita ese espacio verde, tanto cuando planifican, sin saber siquiera qué casa van a tener, como cuando ni se ha levantado la primera columna aún.
En una entrevista con el Ingeniero Agrónomo y paisajista Martín Balasch, dialogamos acerca de la importancia de traer la naturaleza a nuestros hogares. En exclusivo para Blog Inmobiliario, el ingeniero compartió su visión sobre el tema. ¡Seguí leyendo!
Además, desde la docencia, como profesor de la diplomatura de arquitectura del paisaje de la Universidad de Mendoza, Balash puede aportar un detalle sobre los espacios verdes, pues estos trabajan muy fuertemente con las percepciones de las personas y el estado de ánimo.
“Hemos comprobado que la gente realmente se enamora de sus espacios, especialmente si los cuida, como lo hace con las mascotas. Ese ser vivo bien atendido y preservado empieza a crecer y a expresarse. De esa manera, hemos visto que a la gente instintivamente, le nace compartir fotos en nuestras redes, donde se visualiza la relación entre el espacio, la persona y el vegetal”.
En el contexto de pandemia, esto se exacerbó, porque las personas empezaron a permanecer más tiempo en sus espacios. “Se encontraron con muchas necesidades insatisfechas y espacios que requerían atención o diseño. Poniéndolos en valor y dando respuesta a esas necesidades, encontramos que estaban a gusto con el trabajo en casa”, cuenta el ingeniero.
Lograr que el jardín sea el resultado de un equilibrio entre los factores internos y externos del mundo que nos rodea, nos lleva a tomar conciencia de un concepto global e integral de lo que realmente somos y dónde estamos. Esto nos hace ampliar nuestra capacidad de observación, conectándonos con nuestra esencia como parte de una totalidad.
“Técnicamente, hablamos de apropiación del espacio. Como el hecho de sentirlo como algo que le sirve a la persona, le satisface, le hace bien. Por ende, lo usa, lo cuida, e inspira a la comunidad a sus cuidados. Y así, gana el individuo, el espacio, la comunidad y se producen cosas gratificantes. Sin quererlo, estamos viviendo en un mundo cada vez más centrado en sí mismo, hiperconectados, cada uno su universo. En el espacio público, es donde se producen esos encuentros que nos recuerdan sitios históricos que servían para reuniones sociales, y que hoy solo suceden en zonas públicas”, expresa el paisajista.
Es fundamental hacer hincapié en la adquisición de una toma de conciencia, de valoración del espacio. Esa necesidad de mejorarlo. Vivir todos los cambios constantes que experimenta un ser vivo, como también todo lo que nos lleva al “aquí y ahora”, al disfrute de la presencia plena. Esta observación y escucha nos hará aprender mucho de nosotros mismos, en todos nuestros aspectos, para ser más felices.
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