Tips y Consejos

Cuando la felicidad invade tus espacios

Generar ambientes acogedores para desenvolvernos y aumentar nuestra productividad, se ha convertido en una de las tareas más arduas del siglo XXI.

Una de las principales metas de los seres humanos, independientemente del momento de su vida, es encontrar la felicidad. Y dentro de este enorme universo que la engloba, no es menor, hallar un espacio de trabajo adecuado para un rendimiento óptimo.

Fuente: Instagram

Un trabajador feliz es alguien que genera excelentes resultados en las tareas que desempeña. Es por ello que, la vivienda o el hogar son muy importantes.

El lugar de trabajo condiciona nuestra concentración, nuestra comodidad y nuestra movilidad.

Desde Blog Inmobiliario hablamos con Cecilia Ortiz, neuropsicóloga, para que nos explicara de una manera más simple este proceso. Al respecto nos decía: “Desde que el hombre es hombre, siempre se constituyeron hogares. Al principio eran nómades, es decir, se trasladaban de un lugar a otro, y aun así, siempre buscaban establecerse o adueñarse de un espacio”.

Cecilia Ortiz

“Esto tiene que ver con la territorialidad, ya que, somos animales territoriales. Paulatinamente, a medida que nos fuimos haciendo sedentarios, esto posibilitó construcciones mejor hechas, con más espacio y con otro tipo de materiales”

“Lo importante de esto es que, hoy en día, las personas, no buscan solo el espacio para dormir seguras, teniendo en consideración, la necesidad de no estar al alcance de depredadores. Si no que, también, tiene que ver con un espacio en donde cuidar la cría, procrear, vivir, pero además desarrollar la emocionalidad”, relata Cecilia.

Y aquí entra en juego la decoración de la casa. No es solo el espacio en el que se coloca el material y se construye un lugar, sino también es su ornamentación. En eso va incluida una parte de uno. “Es este espacio que es mío y donde yo soy yo”, replica la doctora.

En una sociedad sedentaria como la nuestra, pasamos horas y horas trabajando. Es por eso que, nuestro espacio, debe ser confortable y seguro. Y así poder llegar a un estado de felicidad, que permita realizar las tareas diarias de la mejor manera posible.

Fuente: instagram

La felicidad tiene que ver con un estado muy breve. Se mide en función de cuan cerca estén nuestras expectativas de la realidad. “Es decir, a mayor distancia, menos feliz voy a ser y cuando mis expectativas  y mis necesidades están más cerca de la realidad, me siento más feliz. Tiene que ver con un estado de alegría en el que yo me siento exultante, siento que todo va bien. Pero es un estado efímero, porque la realidad nos va marcando que hay cosas que nos frustran, que no nos gustan”.

“El secreto no está tanto en la felicidad, sino en la posibilidad de entender que también hay momentos tristes y que hay que valorar los instantes en que uno se siente contento. Esto es lo más importante. No buscar la felicidad porque es utópico, pero sí valorarla cuando la tenemos”, manifiesta Cecilia.

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