ARQUITECTURACURIOSIDADES

El Cabildo de Buenos Aires: reformas y mutilación

Todo lo que no sabías sobre uno de los edificios más emblemáticos de la capital argentina. Te contamos la historia de esta obra y cómo fue que, de su gran tamaño y fuerza, solo quedó un edificio mini.

Uno de los edificios más importantes de Argentina esconde una historia sorprendente. Nos referimos al Cabildo de Buenos Aires, sus reformas y su mutilación. El lugar que albergó el proceso de independencia nacional es hoy, una réplica de aquel que fue protagonista entre 1810 y 1816 de los momentos de liberación argentina.

Decimos una réplica, pues, el actual edificio histórico no es ni la mitad de lo que fue en sus inicios. Esto se debe a que, por diferentes razones, muchas partes del Cabildo fueron “cortadas”. Ubicado frente a la emblemática Plaza de Mayo, el símbolo de la Revolución de Mayo, nos cuenta su historia.

El Cabildo de Buenos Aires, sus reformas y mutilación, es un tema que se estudia en las escuelas, pero que muy pocas veces se habla en la sociedad. Por ello, desde Blog Inmobiliario, hemos decidido hacer un recorrido por este monumento histórico nacional.

Y, para lograrlo, te proponemos hacer un viaje al pasado y conocer cómo fue el origen, su mutilación y sus reformas. Un edificio al borde del derrumbe y de la demolición.

El Cabildo de Buenos Aires fue reconstruido en 1940 y el responsable de hacerlo fue el arquitecto Martín Bonetto y es el mismo que conocemos en la actualidad. Esta obra, está ubicada en el mismo lugar que aquel Cabildo que sorprendió en el siglo XVIII. Si bien respeta su forma, el tamaño del mismo no es el mismo. Ciertos espacios mantienen su función, solamente para conservar parte de la historia. Aquí nos referimos, por ejemplo, a la sala capitular, donde se formó la Junta y, también, uno de los calabozos del lugar.

Mucho antes de 1940, el Cabildo de Buenos Aires era muy parecido al que conocemos en la actualidad, aunque, le faltan ciertas piezas. Hablamos de tres arcos de cada lado del edificio, considerando como parte central la torre principal, la misma que, ahora, es más baja que la original.

Cuando en junio de 1580 se fundó la ciudad de Buenos Aires, una de las leyes decía que, alrededor de la una plaza, debía construirse un Cabildo, una iglesia y un Fuerte. Fue así como se levantó, en las proximidades de la Plaza de Mayo, el Cabildo protagonista de la Revolución de Mayo y la Catedral que hoy todas las personas pueden recorrer.

Las referencias de este edificio histórico provienen de 1608, cuando el Cabildo de Buenos Aires tenía techo de paja y paredes de adobe. Su interior estaba dividido en dos partes, por un lado, una sala de reuniones y, por otro lado, la cárcel. Dos años después de estos registros, se encuentran imágenes del Cabildo con tejas, el balcón y la torre, hecha de madera y barro, surgieron a mediados de siglo.

Las primeras referencias del Cabildo provienen de 1608. Era poco más que un rancho; paredes de adobe, techo de paja. El interior se encontraba dividido en dos: un salón para reuniones para “los cabildantes” y otro que funcionaba como cárcel. Las tejas llegaron dos años más tarde y, para mediados de siglo, el Cabildo tenía balcón y torres de madera y barro.

Ya para el año 1725, se decidió hacer la construcción del edificio nuevo. Los planos de la obra fueron desarrollados por el Padre Jesuita Andrés Bianqui. La obra se concluyó en 1752 y su fin fue más que nada administrativo y para labores municipales y judiciales. Asimismo, se usó para realizar tareas policiales.

El edificio original contaba con 11 arcos, cada uno de ellos contaba con una galería y, también, tenía una torre alta que su parte superior y de frente, mostraba un reloj español. Este, sin dudas, fue el Cabildo que protagonizó los hechos en 1810. En 1821, cesó sus funciones y se convirtió en Casa de Justicia. En 1861, el reloj español se cambió por uno inglés.

Las reformas al estilo europeo

Las reformas al estilo europeo comenzaron en 1879, cuando las autoridades decidieron adaptar el edificio y modernizarlo. En esta ocasión, fue el ingeniero Pedro Benoit quien elevó la torre diez metros y colocó una cúpula azulejada con aires nórdicos, el techo perdió sus tradicionales tejas y los balcones fueron vestidos con balaustradas, la arcada principal enmarcada por columnatas y toda la fachada recibió un tratamiento italianizante. El objetivo era que perdiese toda referencia histórica a la época de la colonia, como publicó Clarín.

Reformas y mutilación

Durante 1891, la construcción de la Avenida de Mayo, provocó que tres arcos de un ala fueran demolidos. La misma suerte tuvo la torre, la misma que, para estabilizarla, debió ser modificada. El reloj inglés fue eliminado y se colocó una de las torres de la Iglesia de San Ignacio. Sin embargo, en la década del 30 otra mutilación le devolvió parte de la asimetría perdida, pues se amputaron tres arcos de su ala sur para así construir la diagonal Julio A. Roca.

Ya en 1933, un decreto declaró este edificio como Monumento Histórico Nacional. Fue reconstruido entre 1938 y 1940, por el arquitecto Mario Buschiazzo. Ni las ventanas, ni el portón, ni la fachada, ni la torre, ni el reloj son los originales de los días de mayo de 1810. Pero la réplica reproduce fielmente el edificio colonial original. Se hizo una réplica de la torre y se le puso un reloj. Lo demás, incluyendo la sala capitular y las galerías, son los ambientes originales del edificio. Se re inauguró en 1940 y fue la primera restauración de un Monumento Histórico Nacional realizado en la Argentina que buscó ser recuperado científicamente. Así se lo puede ver en la actualidad, destaca Clarín.

La última etapa estuvo a cargo del arquitecto Alejandro Bustillo -el creador del Llao Llao y del Banco de La Nación Argentina, entre otras grandes obras- quien remodeló la Plazoleta del Cabildo y sumó superficie al edificio para construir la Comisión Nacional de Museos, Monumentos y Lugares Históricos.

SEGUINOS EN NUESTRAS REDES

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *