CURIOSIDADES

Construyó su casa gracias a que minó criptomonedas

La historia de Sebastián (23) ha impactado por sus ganas de lograr una superación personal y redoblar la apuesta que el destino le deparó en la vida.

La vida para este chico no ha sido fácil. A los 13 años, su papá lo abandonó camino al colegio, pidiéndole que se bajara de la bicicleta y dejándolo a la deriva, sin saber qué hacer, y a 32 cuadras de la casa donde vivían en Zárate.

Difícil de creer, pero real. Tuvo que resolver rápido y recurrió a su hermana, que residía en Escobar, localidad donde actualmente vive Sebastián junto a su pareja y dos hijos.

Sorteando los obstáculos de la vida, continuó su rumbo. A los 17 años se convirtió en padre y no paró de luchar por sus sueños y el bienestar de su familia. Su rutina consiste en levantarse todos los días a las 6 de la mañana y sale a reciclar. Trabaja para Qué Reciclo, una empresa recuperadora de informática y electrónica, la cual le brindó la oportunidad de insertarse en el mercado laboral. El sitio que le cambiaría la vida.

Inicios en el mundo de las Criptomonedas

Comenzó a incursionar en el mundo de las Criptomonedas cuando conoció a Juan, de fundación Qué Reciclo. Quien le brindó su apoyo desde un primer momento. Se sintió contenido y acompañado y, en un principio costoso, pero no desistió.

Sebastián recibió en manos de Juan su primera computadora, la que lo depositaría de lleno en el apasionante mundo cripto.  Luego de minar más de un año y ocho meses en las 9 máquinas que tenía, y al calcular cuánto había hecho en Criptomonedas, no era mucho, pero al cambiarlo a Bitcoin, logró 286 mil pesos, hace dos años. Así, compró el terreno, luego la casilla y posteriormente fue armando la casa por fuera.

Fuente: Google

En la fundación, Sebastián repara las máquinas que se donan y, además, hace reparaciones en particular, de alguna persona conocida, lo cual además, le sirve para hacer dinero extra.

Aunque el tiempo no le alcance, se las rebusca para repartir sus días entre el trabajo, su familia y la culminación de su hogar. No estudia nada relacionado con finanzas por un tema de tiempo, pero, actualmente, se encuentra haciendo programación.

Sus pretensiones tienen que ver con brindarle una buena calidad de vida a su familia.

Para finalizar, cabe destacar el mensaje que Sebastián nos deja, teñido de esperanza y positivismo. Aquellas personas que quieran salir adelante, les aconseja que aprendan oficio, ya que es una herramienta de salvación. No bajar los brazos y mirar siempre con positivismo hacia adelante.

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