Departamento minimalista: Un hogar relajado y galáctico
Este departamento minimalista transforma un hogar en una obra de arte: un entorno limpio y con inspiración espacial.
Nada más cruzar el umbral de este departamento minimalista, un inmaculado lienzo blanco adornado con materiales que reflejan la luz, creando un ambiente luminoso y aireado, le envía al interior. Ante tus ojos se abre un oasis de tranquilidad y modernidad, donde cada detalle ha sido cuidadosamente considerado para maximizar el espacio y minimizar el desorden.

Ubicado en la calle 53 Oeste de Nueva York, en el interior de un majestuoso edificio de apartamentos de 52 plantas que forma parte del complejo dedicado al Museo de Arte Moderno. Diseñado por el famoso César Pelli, el arquitecto argentino nacionalizado estadounidense conocido como el arquitecto de los rascacielos, el edificio es un símbolo de innovación para la ciudad. Y es aquí, en su interior, donde una residencia mezcla a la perfección la sofisticación de una galería de arte contemporáneo con las elegantes líneas blancas de una nave espacial, evocando al mismo tiempo las atmósferas futuristas y atrevidas de la Era Espacial.
Las opciones del proyecto y el diseño
El proyecto de este departamento minimalista, creado por el arquitecto y diseñador Devin Hines, fundador del estudio Colectivo Hinesfue concebido y realizado para una pareja de viejos amigos suyos, coleccionistas y amantes del mobiliario vintage inspirado en los años sesenta y del arte contemporáneo.
El proyecto ha creado un espacio minimalista y futurista con un guiño a la subcultura británica de los años sesenta. La casa destaca así por su capacidad para fusionar elementos del pasado con una estética moderna, creando un ambiente nostálgico e innovador a la vez. “Una de las principales fuentes de inspiración de este proyecto fue el amor de los clientes por la colección de muebles vintage”, explica Hines. Entre ellos está, por ejemplo, la icónica Silla Ball, diseñada a principios de los 60, el 11 de enero de 1963, por Eero Aarnio. El famoso diseñador que, cuando aún era desconocido, le dijo a su mujer: “Haré una silla que, cuando esté expuesta en un escaparate, nadie pasará de largo”.
Para complementar esta inspiración personalizada, los diseñadores propusieron una estética brillante y crearon piezas a medida que complementaran a la perfección el resto de la casa: un departamento ultramoderno de 185 metros cuadrados en Nueva York.

“Los clientes dictaron la paleta predominantemente blanca, pero en algunos puntos nos permitieron sacarlos de su zona de confort”, dice Hines. También les atraían las formas suaves y circulares, así que nos aseguramos de integrarlas en el diseño en cada fase. El resultado es un entorno que refleja profundamente los gustos y pasiones de los dos propietarios, con un equilibrio perfecto entre el pasado icónico y el presente innovador. La casa no es solo un espacio habitable, sino una celebración de su historia personal y su amor por el diseño.
En general, queríamos crear una atmósfera que encapsulara la belleza de una galería de arte bien conservada con un lujoso espacio vital a la altura.

El resultado final es un espacio único que destaca y complementa los numerosos momentos artísticos y rinde homenaje al MoMA, que no es otro que el monumental rascacielos que alberga la propia residencia. Un piso que no es solo una celebración del diseño y la funcionalidad, sino también un homenaje al arte y la cultura.
Cada elemento, desde las piezas de mobiliario hasta los detalles arquitectónicos, ha sido elegido para crear un ambiente sofisticado y acogedor a la vez, haciendo de este departamento minimalista un extraordinario ejemplo de cómo el pasado y el presente pueden coexistir armoniosamente en un espacio vital de lujo.
Fuente: Ad magazine.
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