Casa San Martín: un atractivo histórico
Un recorrido por una de las obras más históricas de la Ciudad de Mendoza. Un trabajo de refuncionalización de la casa en la que habitó el general José de San Martín.
El general José de San Martín, figura clave en la concreción y consolidación de nuestra independencia política, junto a su esposa, doña Remedios de Escalada; habitaron una residencia ubicada en la actual calle Corrientes 343 de la Ciudad de Mendoza. Allí nació su única hija, Mercedes Tomasa, el 24 de agosto de 1816.

En el año 1817, tuvieron que abandonar su vivienda mendocina. El Libertador emprendió la campaña emancipadora, y su esposa e hija debieron trasladarse a Buenos Aires.
En un principio, el General San Martín, debía desempeñar el cargo de Gobernador Intendente de Cuyo, motivo por el cual tuvo que renunciar a ocupar la casa que le tenía preparada el Cabildo mendocino a su arribo a esta ciudad.
Dicha determinación fue debido a que, por intermedio del Gobernador Intendente de Córdoba, se había delegado a Domingo Corvalán para que gestionara una casa para San Martín y su familia.
Ante esta circunstancia, el Cabildo, manifestó su descontento y, por ello, San Martín tuvo que aceptar la casa que le habían conseguido.
La construcción antes mencionada, fue destruida por el terremoto de 1861. El sitio fue declarado lugar histórico por Decreto Nacional Nº 368/1975.
Sobre la vereda, se levantó un monolito recordatorio, donde el gobierno de la provincia y numerosas instituciones han materializado en placas de bronce su homenaje al lugar.

Museo de sitio y centro de interpretación
Con el paso del tiempo, lo que antiguamente fue la vivienda de nuestro libertador, donde residió entre 1814 y 1817 se ha convertido en un lugar histórico, que se integra al circuito Sanmartiniano de la Ciudad de Mendoza.
El mismo corresponde al espacio que la memoria histórica y la historiografía atribuyeron a la localización de la casa.
Desde Blog Inmobiliario accedimos a una entrevista con la arquitecta María Florencia Oña La Micela, quien participó del proceso de reconstrucción del patrimonio sanmartiniano.

Según comenta la arquitecta: “Este proyecto se desarrolló en la municipalidad de la Ciudad de Mendoza, dentro del plan de renovación urbana. En conjunto con el equipo de arqueología del municipio, se desplegaron varias propuestas arquitectónicas basándose en lo investigado en el sitio, donde estaría la casa original, donde vivió San Martín en su paso por Mendoza”.
Originalmente, allí, existía un taller mecánico, por lo cual algunas fosas afectaron ese suelo, debiendo realizarse arduos trabajos de arqueología e investigación de porciones de esa superficie del terreno. Se optó por una planta libre como concepto, para poder seguir desarrollando dicha exploración arqueológica.
El concepto de la propuesta arquitectónica está basado en la necesidad de revalorizar el sitio y el solado de la propiedad, donde ya se habían hecho algunas excavaciones.
“Por eso, se tiende en una planta baja, cubierta, libre, con proporciones ya dadas en dicha disposición rectangular. Y en el primer nivel, un volumen de una geometría bastante pura, para desarrollar las actividades relacionadas con la exhibición o muestras multimedia en referencia a San Martín”, acota María Florencia del estudio de arquitectura mfolm.com.
Esta planta se hace de un modo fluído, a fin de poderse adaptar a los diferentes usos de esta exhibición. El acceso a este museo es a través de una rampa, la cual vincula el nivel de la vereda con el nivel cero del edificio, que está a unos 50 cm, a modo de lograr un distanciamiento con el solado arqueológico.
Este nivel es importante, porque se establece a partir de un hallazgo de un piso de ladrillos, se toma y se eleva toda la planta, para luego continuar con los pozos. De allí la importancia de respetar esa elevación.
El piso perteneció a la casa donde vivió San Martin y se materializó en vidrio 100 porciento transparente para poder observar todas las excavaciones. Se elaboró una grilla metálica, de un metro por un metro, evocando la forma que tienen los arqueólogos de investigar. Esta manera de trabajo en la arqueología, se trasladó a la arquitectura, para después poder seguir investigando el suelo, de manera conjunta.
Dimensionalmente, la propuesta, se desarrolló en una parcela de 420 metros cuadrados aproximadamente, y el edificio completo tiene alrededor de 600 metros cuadrados. La estructura fue llevada al perímetro del terreno para tener el menor impacto posible sobre el suelo arqueológico y está desarrollado a través de una serie de vigas y columnas metálicas, perfiles doble v, que se modulan cada 6 metros, dispuestos en el límite de la parcela.
“Básicamente es un concepto bastante simple, donde se da lugar a la actividad que más se va a desarrollar en el lugar, la visita a la casa de San Martin, donde toda la planta baja está orientada a investigar y conocer el suelo arqueológico y la planta alta a actividades de uso de exhibición y otras que se desarrollen en el espacio” nos cuenta la arquitecta.
El edificio también permitió la refuncionalización y puesta en valor de toda la calle Corrientes, donde se hicieron trabajos en la vereda norte y sur, por lo cual también es una propuesta urbana y es solo una porción del circuito sanmartiniano. Fue la primera etapa.
“Si caminan por la calle Corrientes podrán observar que se hizo un sistema de cartelería, que va comentando y especificando la historia de cada sitio y hay una especie de banda metálica en las veredas, que guían ese recorrido. La idea es que esto se expanda, para poder ir uniendo las diferentes zonas de interés del circuito sanmartiniano”.

El transcurso de su construcción fue bastante lento. Comenzó a desarrollarse en el año 2016, inaugurándose en el 2019. El proceso de excavación para hacer los pozos, fue lo que más tiempo llevó. Se dejaron los muros perimetrales originales y hoy se pueden ver. Lo que hacen es revestirlos.
El volumen de planta alta también es estructura metálica, y tiene una cubierta de chapa con su aislación. En conjunto, se incorporó un ascensor para tener mayor accesibilidad. Hoy, el lugar es declarado Sitio Histórico Nacional y cuenta con placas conmemorativas. Las mismas constituyen la única evidencia que conduce a la visita de escuelas y visitantes que buscan conocer los pasos del general en Mendoza.
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