Viviendas modulares: solución habitacional sustentable
Cuando se compra un terreno el principal problema es construir, por el alto valor de los materiales de construcción y la mano de obra.
Es sabido que, al momento de construir, la principal complicación reside en el valor de los materiales de construcción y la subsiguiente mano de obra.
Hoy la solución está más al alcance del bolsillo de todos quienes quieren vivir fuera de las grandes ciudades, en contacto con la naturaleza y mayor calidad de vida.
Ahora, con soluciones habitacionales mucho más económicas, que son casas modulares desde los 36 mts.2 construidos, al precio más económico del mercado.
Las viviendas consideran un sistema de domótica para ahorro de energía, muebles a medida, equipamiento y fosas ecológicas.
Una vivienda modular eco-sustentable busca la máxima eficiencia energética posible, manteniendo en niveles mínimos el impacto al medioambiente.
Estas viviendas van creciendo a medida que se van incorporando otros módulos y se van ampliando de acuerdo a las necesidades de cada persona y su familia, con eficiencia energética, energía renovable y lo mejor de todo, con fosa ecológica y sistema de control de aguas grises de la casa, las que se transforman en agua de riesgo.
Una ventaja importante de estas viviendas es que se pueden instalar en una semana, previa coordinación de traslado, con la correspondiente certificación, y llegan a todo el país e incluso se está importando a Argentina.
Impacto ambiental
Reutilizar contenedores para la construcción es sustentable. En tanto que el 100 por ciento del mismo se recicla, la huella de carbono es igual a cero. Tampoco hay excavación de cimientos en el terreno, dado que el montaje se realiza sobre pilotes de apoyo y, posteriormente, la vivienda se puede mover a cualquier lugar a voluntad sin afectar la tierra. Eso no es todo. Hay una utilización óptima de los recursos: el uso de materiales de construcción tradicionales como la madera, el hormigón, el yeso de revestimiento, el agua y el vidrio aislante se reduce al mínimo.
La construcción en seco minimiza además la contaminación urbana. Los contenedores usados son un desecho de la sociedad y, en cierto momento de su vida útil, se torna más costosa su reparación o revalorización que la construcción de uno nuevo. Esto se traduce en el abandono como desecho de hasta un tercio de los contenedores usados en cualquier puerto, lo que ocupa un valioso espacio urbano.
En resumen, durante su construcción, el uso de materiales, la gestión de residuos, el ahorro energético, el bajo impacto en obra y la utilización del 100 por ciento del contenedor, hacen del sistema una opción de alto interés en términos de sostenibilidad. Finalmente, en lo que refiere a su uso, la vivienda consume poca energía eléctrica y los materiales herméticos le otorgan aislación térmica y acústica. Además, es incombustible, no es comestible por insectos ni roedores y es hidrorepelente, es decir que el agua y la humedad no la afectan. Los módulos fabricados pueden instalarse en cualquier tipo de terreno. Son antisismos y auto-portantes, por lo cual pueden apoyarse sobre pilotines, zapata corrida o platea.
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