Razones para que la arquitectura apueste por la vegetación
El mundo no es como lo conocíamos. Sin dudas, grandes cambios se están produciendo a cada instante. Uno de ellos tiene que ver con la fusión entre ciudades, arquitectura y naturaleza.
La arquitectura tiene que apostar por la vegetación. De eso no cabe la menor duda. Pero, además, las ciudades también deben aportar por lo mismo. Esto se presenta como el único camino o, por lo menos, el más sustentable, para crear espacios más amorosos y amigables.
La vida en las ciudades ya no es la misma. La gente tiene otras necesidades y, el entorno actual, no colabora en gestionar las emociones. Por lo cual, la fusión entre arquitectura, ciudades y vegetación parece ser la propuesta ideal para que las cosas cambien y se tornen más amorosas.
Nos referimos a incorporar vegetación en el plan urbanístico de las grandes (o pequeñas) ciudades que conocemos. Un plan que no es tan difícil de lograr.
Según profesionales del campo de la construcción, en 2050, la mayor parte de la población mundial optará por vivir en ciudades o entornos urbanos. Sin embargo, esto será algo bueno solo si se planifica correctamente. Y, una de las mejores opciones parece ser aplicar envolventes vegetales.
Te contamos cuáles son las razones por la cual la arquitectura debe cambiar y apostar por la vegetación.
Desarrollo sostenible
El cambio de paradigma es algo que sostienen diversos sectores sociales desde hace años. Además, existe evidencia científica que afirma que es sumamente importante el contar con un desarrollo más sostenible. Por ello, en 2015 se crearon los ODS (Objetivos de Desarrollo Sostenible para el 2030).
Se trata de una visión que pone el foco en los 194 países miembros de las Naciones Unidas.
Gestión del agua de lluvia
Una correcta gestión del agua de lluvia permitiría contar con este recurso natural de modo más racional. Durante años se hizo una gestión incorrecta del agua de lluvia, canalizándola para evitar problemas en las ciudades. Sin embargo, poco se ha pensado en sus beneficios si se la administra correctamente.
El no hacerlo, empobrece el sustrato geológico y descompensa la humedad ambiental. Pero, si se aplica envolventes vegetales se podría almacenar y evaporar progresivamente para devolverla al medioambiente.
Manto protector
La vegetación en la arquitectura se transforma en un verdadero protector en comparación con el resto de los sistemas. Protege la estructura de la radiación social, lo que permite, además, alargar la vida útil de cualquier obra. Asimismo, una cubierta verde puede durar más 45 años, a diferencia de una cubierta de grava que pierde fuerza a los 15.
De igual modo, la presencia de la vegetación en las ciudades permite reducir las exigencias del uso de sistemas de refrigeración y de calefacción. Esto disminuye lo que se denomina el efecto “isla de calor”, es decir, el sufrir temperaturas más altas que los edificios de alrededor.
Temperatura y sombra
No cabe duda de que el follaje tiene muchas buenas funciones. Dos de ellas tienen que ver con la temperatura y la sombra. Por un lado, su función de captar la radiación solar y la de evaporar el agua; garantiza varios grados por debajo de la fachada convencional.
Por otro lado, la sombra permanente que brinda, también es uno de los motivos por el cual el manto vegetal es tendencia en algunos países.
El manto de aire fresco y ventilado entre la fachada construida y la capa exterior verde supone una atmósfera ideal para preservar los materiales de la construcción.
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